La palabra vejigante, literalmente significa una vejiga y un gigante, o sea un gigante que carga una vejiga. Los vejigantes cargan vejigas de vacas que han sido preparadas específicamente para estos personajes folklóricos, quienes usan las mismas para dar golpes a los espectadores, lo cual representa golpear a los espíritus malignos.
En algunas celebraciones tales como El Festival Santiago Apóstol de Puerto Rico, los vejigantes representan a los Morros, Musulmanes quienes en el siglo 12, combatieron contra España, quienes eran Católicos. La historia cuenta que el Apóstol Santiago, uno de los discípulos de Cristo y patrón de España, se le apareció milagrosamente al ejercito Español y los llevó a ganar la batalla contra los Morros. En las fiestas, los Españoles, quienes pensaban representar el bien, conmemoraban su victoria recordando a los Morros como demonios, tradición la cual llevaron a la isla de Puerto Rico, donde hoy día los vejigantes forman gran parte de la cultura.
Otros cuentan que los vejigantes simbolizan a los soldados enviados por el Rey Herodes, quien en busca del niño Cristo, mataron a los niños varones de Israel. Básicamente, los vejigantes representan el mal dentro de una lucha entre el bien y el mal.
Las máscaras de vejigantes están hechas de diferentes materiales. En Puerto Rico se usan dos tipos de mascaras de vejigantes, las de Ponce y las de Loíza. En los festivales de Ponce, las mascaras son confeccionadas utilizando “papier-mâché” un cartón que toma la textura de piedra. En el pueblo de Loíza las mascaras son hechas de la cáscara de coco, la población primordialmente Africana crea las mascaras talladas de un modo en la cual la presencia del arte Africano está muy presente.
Tradicionalmente, estos demonios, con apariencia de payasos malvados, vestían de negro, rojo, blanco y amarillo (colores de la bandera Española). Hoy día los disfraces de vejigantes incluyen todo tipo de colores brillantes.